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Activación del ADN y Memoria Celular: Descifrando los Misterios del Código de la Vida

El ADN, esa molécula fundamental que almacena nuestra información genética, está revelando facetas sorprendentes relacionadas con su interacción con la vibración y las frecuencias.

La investigación en este campo está desentrañando un nuevo paradigma en el que la vibración y el sonido desempeñan un papel esencial en la forma en que el ADN se comporta y cómo nos conectamos con la conciencia universal.

En este artículo y con la poderosa meditación cuántica de Amaruwá para la reparación celular, podrás explorar y experimentar la influencia de la vibración y las frecuencias en el ADN y cómo esto puede cambiar tu comprensión sobre la biología y la espiritualidad.

En esta profunda meditación cuántica guiada y musicalizada con Alquimia Sonora por Amaruwá, te embarcarás en un viaje hacia la sanación y la transformación profunda. Basada en la ciencia y la espiritualidad, esta meditación combina los conocimientos de la influencia de las frecuencias y la vibración en el ADN y la memoria celular.

En esta experiencia meditativa te sumergirás en un estado de relajación profunda, permitiendo que las frecuencias de alta vibración acaricien tus células y despierten tu ADN latente. A medida que te conectas con los sonidos de la voz y las frecuencias tu ADN se activa y se inicia el proceso de reparación.

 

La Vibración y las Frecuencias: Claves del ADN y la Conciencia

La experiencia de reparar el ADN,  implica elevar la vibración a nivel celular. Esta elevación de la vibración desencadena cambios significativos en la estructura del ADN para dar paso a una nueva experiencia de vida conectada a un nivel de consciencia de mayor vibración, mayor luz, mayor información. Con estas vibraciones lo que está siendo transformado no es el pasado físico de un individuo, sino su pasado emocional. El ADN se reescribe para confrontar las reacciones al pasado y purificar la memoria emocional almacenada.

Investigaciones recientes han demostrado que el ADN y nuestras células están en comunicación directa con las emociones que sentimos acerca de nuestras experiencias de vida y la actitud que tenemos hacia ellas. Para cada emoción, el cuerpo físico crea una respuesta química correspondiente mediante la liberación de hormonas y neurotransmisores que afirman la vida, como la DHEA (deshidroepiandrosterona), u hormonas que niegan la vida, como el cortisol.

El ADN como un Receptor de Frecuencias

Las investigaciones científicas, como las llevadas a cabo por el biofísico ruso Pyotr Garjajev, han demostrado que el ADN humano es sensible a las ondas electromagnéticas y las frecuencias de luz y radio. Estas vibraciones pueden influir en la estructura y función del ADN. El ADN responde a las frecuencias y parece actuar como un receptor de información codificada, es decir que el ADN se comporta como una antena receptora y emisora de frecuencias vibratorias que provienen de los campos electromagnéticos.

«El investigador y anestesiólogo Stuart Hameroff ve el ADN como un ordenador cuántico en el que se produce una superposición cuántica durante la organización coherente de los fotones y en la auto organización de los procesos biológicos.»

La Similitud entre el ADN y el Lenguaje

La estructura básica del ADN se asemeja sorprendentemente al lenguaje humano. Esto plantea la posibilidad de que las palabras y los patrones de sonido puedan influir directamente en la información genética. Algunos estudios han demostrado que las palabras y los sonidos adecuados pueden reprogramar y modificar el ADN sin necesidad de intervenciones genéticas invasivas.

Esto ha sido demostrado científicamente. La sustancia viva del ADN (en tejido vivo, no in vitro) reacciona a rayos láser modulados por el habla y también a ondas de radio, si se utiliza una frecuencia (sonido) adecuada.

«El biofísico y biólogo molecular Pyotr Garjajev , miembro de la Academia de Ciencias de Rusia y de la Academia de Ciencias de Nueva York, analizó con sus colegas las cualidades vibratorias del ADN, es decir, sus frecuencias. Y sostienen que nuestro ADN reaccionara a las frecuencias (ondas sonoras) del lenguaje.»

Todo esto explica científicamente por qué las afirmaciones, la hipnosis, viajes meditativos  y similares pueden tener un efecto tan poderoso en los seres humanos y sus cuerpos. Es completamente normal y natural que nuestro ADN reaccione al lenguaje.

 

Implicaciones en la Conciencia y la Espiritualidad

Estos descubrimientos sugieren que la vibración y las frecuencias son puentes entre la conciencia individual y la conciencia universal. La reparación y reactivación del ADN puede estar relacionada con fenómenos como la clarividencia, la intuición y las experiencias espirituales. También esto puede explicar el por qué técnicas cómo la meditación cuántica con frecuencias especificas activadoras de las memorias del ADN pueden tener un impacto poderoso en nuestra mente y cuerpo.

El estudio de la vibración y las frecuencias sanadoras en relación con el ADN está transformando nuestra comprensión de la biología y la espiritualidad. Cada descubrimiento nos acerca más a la idea de que la vibración es una fuerza fundamental en la conexión entre el individuo y la conciencia universal.

Reprogramación del ADN a través de la Vibración

La idea de que el ADN puede ser reprogramado a través de frecuencias y sonidos abre nuevas posibilidades en medicina y sanación. Si nuestras células pueden ser influenciadas por la vibración, esto podría conducir a terapias no invasivas y formas innovadoras de tratamiento de enfermedades.

A medida que la ciencia continúa explorando esta interacción, es emocionante considerar cómo estos hallazgos pueden cambiar la forma en que entendemos la vida, la salud y la conciencia. La vibración y las frecuencias podrían ser las claves para desbloquear los misterios más profundos de la existencia humana.

En resumen, el ADN parece ser mucho más que una molécula que codifica proteínas basándose en información hereditaria. Aunque el ADN «basura» actualmente aun tiene una función algo desconocida, cada vez hay más evidencia de que este 95% de nuestro ADN desempeña un papel importante como interfaz entre la conciencia y el cuerpo y permite el intercambio con información biológica y cósmica.

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